El rio Duratón ha originado un paisaje espectacular. Desde Sepúlveda
hasta el embalse de Burgomillodo ha formado unas hoces de fondo plano y cortados
calizos, en las que el colorido ocre de las rocas, contrasta con la cinta verde de
la vegetación ribereña. En un recorrido de unos 27 kilómetros el río ha ido
excavando las rocas calizas, encajonándose entre profundas paredes de más de 70
metros de altura, describiendo cerrados meandros, ideal para buen número de
aves, especialmente para las rapaces.
Puente de Talcano
Antes de iniciar la visita a las Hoces del Parque Natural es
aconsejable pasarse por la Casa del Parque Natural situada en Sepúlveda, donde
te informan de todo lo relacionado con el Parque y de las distintas rutas que
puedes realizar. Si la visita es del 1 de enero al 31 de julio, época de cría
de rapaces, hay que solicitar un permiso para transitar por las Hoces del Duratón.
Sepúlveda con las primeras luces del día, camino de San Frutos.
Iglesia de San Bernabé de Castrillo de Sepúlveda
Desde el aparcamiento que hay en el camino, antes de llegar a San Frutos, se puede observar la inmensa llanura de la meseta castellana. Nada hace sospechar que a unos 2 kilómetros se encuentran las Hoces del Duratón, con paredes verticales de hasta 70 metros.
Es la ruta mas larga, 12 kilómetros de ida y 12 de vuelta
El río Duratón también ha dado cobijo a diferentes
asentamientos humanos. Los más antiguos utilizaron cuevas de los cantiles y también
utilizaron el cañón un rosario de
monasterios altomedievales.
La ruta mas cortita
Mañana muy fria. Dentro de las hoces se va bien, aunque el hielo no se va fácilmente.
El buitre leonado es el rey de las Hoces del Duratón
Monasterio de la Hoz. situado en la parte baja. Se accede desde el pueblo de Sebúlcor por un camino de tierra a unos 5 kilómetros.
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