El Monasterio de San Juan de los Reyes fue mandado construir
por los Reyes Católicos para conmemorar
la batalla de Toro en el año 1476, que zanjaba definitivamente
la guerra por la sucesión al trono a favor de la princesa Isabel, hermana del
rey difunto Enrique IV, frente a los partidarios de su sobrina Juana.
Inicialmente su arquitectura y decoración fue dispuesta para acoger las tumbas
de los monarcas, años antes de la conquista de Granada, ciudad en la serian
sepultados definitivamente. Siendo muy devotos de la orden de San Francisco
donaron el monasterio a los franciscanos.
La traza general de la construcción es obra del arquitecto
Juan Guas, procedente de Bretaña, es uno de los mejores conjuntos del gótico
hispano-flamenco.
Al exterior el perfil del edificio simula un catafalco
funerario flanqueado por hachones y custodiado en la cabecera por figuras de
pajes ostentando las armas del reino. De los muros exteriores penden cadenas y
grillos de los cautivos cristianos liberados del reino de Granada.
La actual puerta de acceso al visitante esta coronada por un
impresionante grupo escultórico de estilo hispano-flamenco con la cruz del
pelícano.
La iglesia es de una sola nave y capillas laterales entre
los contrafuertes, destacando la abundante decoración que adorna el crucero y
la capilla mayor. En esta última, el esquema decorativo es a base de arcos
conopiales y escudos de los Reyes Católicos sostenidos por águilas.
El claustro en el piso bajo se cubre por bóvedas de crucería
alemana. Tiene abundante decoración de relieves con motivos vegetales, animales
y representaciones humanas.
Una escalera renacentista diseñada por Covarrubias nos lleva
al piso alto donde las cuatro pandas se abren con arcos mixtilíneos y se cubren
con alfarjes de madera del siglo XIX.
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