La leyenda sitúa su origen en el desaparecido asentamiento
judío de Tamaya.
En el año 1259, le fue concedido, por Alfonso X el Sabio, el
derecho a mercado todos los martes. Otra concesión hecha por Sancho IV
consistía en el privilegio de no pagar Portazgo. Tamajón gozo de fama, por sus arrieros, que se ganaron el derecho a
no pagar Portazgo en lugar alguno de Castilla, por la trashumancia y por sus
numerosos rebaños que tenían el
derecho a pastar en toda la sierra de Ayllón.
En el siglo XIV, Tamajón, pasó a pertenecer a la poderosa
familia Mendoza, a la que perteneció hasta la disolución de los señoríos en el
siglo XIX. Su mayor esplendor llego en los siglos XVI Y XVII. Por aquí comentan
que hasta Felipe II pensó en este lugar para construir el Monasterio de San
Lorenzo, por la cercanía de la cantera y por la calidad de la piedra.
Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción, del siglo XVI, de
origen románico, conserva una docena de canecillos, con carátulas y personajes
en distintas actitudes, hoy colocados sobre el muro meridional del templo
(S-XIII).
Rodeado de campos de cultivo, el pueblo de Tamajón,
sorprende por lo bien urbanizado, con sus tres largas y paralelas calles (Calle
Nueva, Calle del Medio y la Calle de la Picota) y sus correspondientes
travesías.
El pueblo de Tamajón se encuentra en el extremo meridional
del Macizo de Ayllón, allí donde la montaña ha suavizado su inclinación para hacerse llanura. Está
situada a una altitud de 1029 metros y a la distancia de 50 kilómetros de la capital.
Por su situación geográfica es la Puerta de “Entrada a la
Ruta de la Arquitectura Negra”.El actual ayuntamiento es un Palacio Mendocino del siglo XVI
Ruinas de la antigua fábrica de vidrio (habilitada hasta el
siglo XIX).
Ruinas del Monasterio de Franciscanos mandado a construir
por María de Mendoza y de la Cerda en 1592.
No hay comentarios:
Publicar un comentario